RESEÑA Shuriken y Pleats. Una ninja en el instituto #2, de Matsuri Hino

«Me llamo Mikage Kirio. Hace mucho tiempo mis padres dejaron su Japón natal en busca de nuevas oportunidades de ‘trabajo’. Una clase de trabajo que se ejerce en las sombras… eran Ninjas.»

Con esta frase abre Matsuri Hino el segundo, y último tomo, de Shuriken y Pleats serie de Ninjas que contaba la historia de Mikage, una chica (descendiente de Ninjas) que vive en Europa con el Señor Rod, también Ninja, y que a la muerte del mismo decide regresar a Japón, momento en el que arranca el segundo volumen. El regreso a Japón propicia varios reencuentros como el de la protagonista con su madre, quien no llega a aceptar que esté viviendo con un chico o con sus compañeras de instituto. Quizá lo más relevante de aquí es ver como ella quiere esquivar su destino, volver a ser una adolescente de instituto y ser una chica normal, mientras que su compañero Mahito quiere que ponga los pies en la tierra y afronte que es una ninja.

A medio camino entre el drama de instituto y la fantasía la historia se desarrolla con una estructura similar a Buffy Cazavampiros, vemos a nuestra protagonista en el instituto, con sus compañeras en escenas cotidianas y de pronto tiene que cumplir su función en el mundo y ejercer como luchadora. Matsuri Hiro establece las bases de la segunda parte de su historia en los dos primeros capítulos de este volumen y a partir de aquí lanza una nueva trama que llevará al desenlace general de toda la obra.

Y es que en cierto momento Mikage, la protagonista, empieza a verse perseguida por alguien, alguien relacionado con su pasado y, de alguna manera, esta persecución es la manera que tiene el autor de mostrar la constante presión a la que va a ver sometida su vida la protagonista, que a pesar de su corta edad, ya está marcada por su pasado y sus vivencias en Europa para siempre.

En definitiva, este volumen cierra una obra muy adolescente, y particularmente femenina, con apenas doscientas páginas llenas de intriga y acción que hacen que el lector no suelte el tomo hasta que finaliza su lectura. Es una buena obra para iniciar a jóvenes en el mundo del manga y el cómic, puesto que el personaje es muy cercano y es fácil identificarse con ella.