Quizás dentro del medio el estadounidense Terry Moore se ha ganado gran parte de su fama gracias a su serie Strangers In Paradise, obra donde explora y eleva el concepto del slice of life. Sin embargo dentro del universo de historietas que ha creado este autor otra de sus obras que cuenta con una gran popularidad es Rachel Rising.
Publicada originalmente en Agosto de 2011 bajo el propio sello del autor Abstract Studios, Rachel Rising nos cuenta la historia de Rachel Beck, una mujer que despierta enterrada en el bosque tras haber sido, aparentemente, asesinada. Es a partir de este momento donde nuestra protagonista descubre que se encuentra en un estado entre la vida y la muerte, no está muerta, pero sus signos vitales son nulos y su cuerpo se encuentra sin vida. Pero tras comenzar a investigar su propio asesinato, saldrán nuevos misterios y antiguos secretos relacionados con el pueblo de Manson y con otros extraños asesinatos que están sucediendo.
Realmente la manera en la que Terry Moore comienza la obra no es más que el gancho para atrapar al lector, de cara a intentar descubrir qué ha pasado y por qué. Pero lo que realmente te atrapa a la hora de seguir leyendo es la manera en la que va desarrollando la vida de Rachel y de un gran reparto de personajes secundarios.
El terror y el asesinato de la protagonista, no son más que el contexto donde contarnos la vida de los personajes del pueblo de Manson, un lugar que, por otro lado, cobra gran parte del protagonismo dentro de la obra, ya que el autor reformula dentro del pueblo antiguos mitos y leyendas relacionados con la brujería y otros personajes de carácter religioso.
Pero vayamos a lo importante, ¿Qué hace tan especial a Rachel Rising? Bien pues la respuesta es el realismo y la forma tan natural en la que los personajes de la obra parecen cobrar vida propia y que se sientan como personas cercanas al lector.
Rachel Beck es la protagonista indiscutible de la historia, pero no por ello el resto del reparto queda eclipsado, si no que todo el entorno que la rodea brilla por igual y se siente una historia coral.
Toda la historia sobre el asesinato pasa a un segundo plano, y lo verdaderamente atrayente es ver como estos personajes se van desarrollando y evolucionando a lo largo de los diferentes acontecimientos que les van afectando. También como van interactuando unos con otros, y como el sentido de familia cobra otro significado dentro de esta historia. Se puede sentir el miedo, la preocupación y sobre todo el amor que sienten unos personajes por otros. Y para que todo ello mantenga la atención sin resultar repetitivo, el autor va utilizando diferentes giros de guion y otros recursos narrativos para hacer saltar la sorpresa y querer saber que ocurrirá a continuación.
Otro aspecto digno de destacar es el nivel de humor que tiene la serie, ya que dentro de la historia que están contando, la comedia crea un contraste muy fuerte, pero la forma en la que es introducido también forma parte del naturalismo habitual de Moore. Para ello quizás la mayor representación de ello sea el personaje de Zoe, una niña de aparentemente diez años, que se termina convirtiendo en una asesina en serie con una insaciable ansia de matar a todo lo que se pone por su camino. Un personaje que por su propia naturaleza crea el mismo contraste con el humor, y por lo que se siente similar a los chascarrillos o gags de humor de una sitcom.
En cuanto al acabado artístico, Terry Moore utiliza una forma de dibujo que al igual que su guion naturaliza a los personajes. No todos los personajes son perfectos e idílicos, tienen sus defectos físicos, lo que eleva esa sensación de personas reales. También recurre a una narrativa muy fluida, muy derivada de las tiras cómicas, y gran prueba de ello es la gran cantidad de gags y chistes visuales a los que recurre dentro de la historia.
En cuanto a la ausencia de color, si bien es cierto que de primeras impresiones puede causar rechazo o tal vez falta de atención ante la obra, termina siendo sumamente importante para reforzar el hecho de que el autor no busca un acabado preciosista o llamativo, si no más bien una representación realista y cotidiana de la historia. Además de esta manera también podemos apreciar de mejor manera el trazo y acabado de Terry Moore
Respecto a la edición que ahora mismo está disponible en España, Norma editorial publicó la obra en tres volúmenes en rústica de formato reducido, que por un lado ayuda a que tengan un precio muy económico y por otro es una pena ya que reduce el dibujo de este artista, aunque igualmente no sería uno de los casos en los que se ve gravemente afectado.
En definitiva, Rachel Rising es una obra que a día de hoy se siente igual de fresca que cuando se publicó, una historia en la que los personajes salen de la ficción y cobran vida propia. Destaca sobre todas las cosas el magnetismo de las mujeres que cargan el el peso de la trama, son a la vez tan identificables y cercanas, como lejanas y sobrenaturales. El tipo de personajes que se te pegan al cerebro, como por arte de brujería.