Se ha hecho bastante de rogar, pero por fin ha llegado a las pantallas por streaming X-Men 97, la deseada continuación de la serie de animación de los años 90 que tantos aficionados sumó a la causa mutante.
Muchos nos acercábamos de chavales a las tardes televisivas en busca de esas series que nos transportaban a lugares tan fantásticos como Cimmeria o las calles de Angel Grove, pero había una que nos mostraba un mundo muy parecido al nuestro, pero en donde los algunos adolescentes descubrían que una mutación de sus genes les otorgaba poderes y el rechazo de una sociedad que no les comprendía.
Los esfuerzos de Marvel por llevar sus personajes a otros medios más allá de los cómics tuvo éxito en los 80 y 90 gracias a las series de animación, y X-Men The Animated Series fue un claro ejemplo de ello. Estrenada en 1992 en el canal Fox Kids, su emisión se prolongó hasta 1997 durante 5 temporadas con un total de 76 episodios. Tantos capítulos dieron cabida a la adaptación de un montón de aventuras clásicas de los alumnos de Xavier, desde La Saga de Fénix Oscura a la Masacre Mutante, pero también a otras por entonces más recientes como La Alianza Falange.
Todo un ejercicio de reconstrucción del universo mutante en episodios de menos de media hora, y haciendo hincapié en los personajes y diseños que tan de moda había puesto Jim Lee antes de irse a fundar Image junto a otros compañeros dibujantes. Así el Equipo Azul formado por Cíclope, Lobezno, Bestia, Pícara, Gambito y Júbilo incorporaba a Tormenta y Jean Grey para componer la alineación titular. Pero muchos otros mutantes de ambos lados del espectro moral aparecerían por la pantalla, desde Magneto a Cable, pasando por Morfo, Bishop o los Morlocks.
La buena aceptación de la serie animada, a pesar de algunas limitaciones como una animación que ha envejecido regular, ayudó a despertar el interés por la línea mutante de un público no habituado a los cómics, lo que ayudó a que la todopoderosa franquicia-x quedase aún más reforzada y siguiese dando salida a los cómics más vendidos.
En la época actual, plagada de secuelas y revivals tan imposibles que son capaces de poner a un octogenario Harrison Ford nuevamente en la piel de Indiana Jones, era inevitable que en algún momento alguien continuase aquella serie mutante que se colaba en nuestras pantallas cada semana. Así ha sucedido en el seno del canal de streaming Disney +, retomando en X-Men 97 la serie tal y como acabó, con el asesinato de Charles Xavier y sus alumnos tomando el relevo de sus sueño de coexistencia pacífica entre humanos y mutantes.
Los dos primeros capítulos ya estrenados, de los 10 que compondrán esta primera temporada, han superado las expectativas de los aficionados al no limitarse a exprimir la nostalgia como si fuese una naranja pasada de fecha. Es cierto que recrean la mítica cabecera con su no menos icónica sintonía, pero la continuación que plantean se sirve de la técnica para ofrecer una animación más moderna y sofisticada, pero también añaden una lámina de madurez a sus tramas y a la complejidad de las situaciones a tratar.
Se nota que aficionados a los cómics originales llevan la batuta de la producción, con Beau DeMayo a la cabeza, porque la certera caracterización de los personajes y las continuas referencias a elementos vistos en los cómics no serían posibles sin un elevado grado de conocimiento y disfrute del material original. Ojalá se solucionen los problemas que han provocado que DeMayo sea despedido por Disney, porque cabe pensar que echaremos mucho de menos su labor dando forma tanto a esta temporada como la segunda que veremos próximamente.
De vuelta a los dos episodios vistos, como ya avanzaban los trailers nos traen sorpresas como una Jean embarazada, unas espectaculares escenas de batalla y el regreso de Magneto para mantener viva la herencia de su fallecido amigo Xavier. La media hora de cada episodio es aprovechada al máximo, dándole un adecuado tiempo de pantalla a casi todos los personajes, aunque algunos como Cíclope y Tormenta acaparen algo más de atención. Alegra ver que no toman el rumbo evidente de hacer de Lobezno el gran protagonista, porque si algo hay que entender de los X-Men establecidos por Chris Claremont es que la dinámica grupal y familiar es el principal punto de enganche con los lectores. Precisamente de la larga etapa de Claremont encontramos tantos puntos de conexión como en la serie emitida en los 90, con ejemplos como ese juicio y atuendo de Magneto, o la inminente trama argumental que se avecina en torno a Jean. La estética y el entorno nos remite a la década de los 90, pero las semillas de las historias hay que buscarlas en los 80, en la legendaria estancia del patriarca mutante en Uncanny X-Men.
La espera hasta que los hombres-x sean reformulados en el MCU se va a hacer más llevadera gracias a esta prometedora y esperemos que duradera recreación de una serie histórica. Ayudada por una animación excelente, nos devuelve a base de comprender el material fuente al corazón de la lucha de unos esforzados alumnos que sólo quieren vivir en paz con sus predecesores evolutivos.