RESEÑA Ojo de Halcón. Wunderkammer, de Jeff Lemire y Ramón Pérez

Jeff Lemire y Ramón Pérez recogen el testigo en la difícil tarea de continuar con la laureada y aclamada por la crítica, etapa de Matt Fraction y David Aja en la serie regular de Ojo de Halcón.

Una etapa donde resaltaba el tremendo trabajo realizado por el español David Aja, repleto de experimentos y recursos visuales y un estilo único que le dio al personaje un nuevo aire junto a sus nuevas aventuras en solitario, en un entorno más urbano, acompañado del otro Ojo de Halcón , Kate Bishop.

Una etapa que hubiera sido impecable si no fuese por los distintos retrasos y el baile de dibujantes que se encargaban de un segundo arco, menos centrado en Clint Barton, que además se veía menos interesante.

Es el turno de Lemire, quién retoma en continuidad el gran arco de Fraction. En este caso, más centrado en la figura de Clint, el escritor nos presenta dos arcos argumentales. El primero, una aventura de acción en la que los dos héroes se enfrentan al grueso de Hydra para tratar de desbaratar la última e impactante arma que la organización tiene pensada usar.

Por otra parte, también viajaremos al pasado de Clint donde nos contarán su niñez donde se nos plantean las bases del héroe y otros aspectos tan interesantes como la relación con su hermano.

Mantenemos así la acción casi desbordante donde Clint y Kate se enfrentan a multitud de los siempre afables agentes de Hydra, pero también aportamos cierta profundidad en las partes del flashback que nos hace disfrutar más de lo que podría ser una historia meramente ligera.

Jeff Lemire consigue un arco argumental mucho más simple pero con el mismo tono que la colección había adquirido.

Para ello también tenemos a Ramón Pérez, el artista con su estilo independiente y simplista, aunque muy distinto, consigue mantener en cierta medida el estilo que dejó Aja para Ojo de Halcón. Ramón también aprovecha la situación, para experimentar con distintos recursos narrativos y de estilo.

Como es la idea de hacer dos estilos muy diferenciados para cada una de las historias, donde en las escenas del pasado de Clint, el artista utiliza un estilo más artístico aplicando acuarelas directamente dando también un tono onírico a esta parte.

También cabe destacar, sin contar mucho, que en el siguiente volumen el artista nos sorprenderá con un tercer estilo para un nuevo arco argumental.

En cuanto al color, cambiamos a un magnífico y polifacético Matt Hollinsworth por un sensacional Ian Herring que aporta con su paleta, los tonos pop apagados que cierran el broche de la serie.

Panini nos recoge este arco completo de cinco números en el cuarto volumen de la colección 100% Marvel en continuidad de la de Fraction aunque esta puede ser entendida como una nueva etapa que toma un nuevo rumbo aun siendo heredera de su predecesora, el tomo queda adornado perfectamente por una perfecta introducción de Raimón Fonseca.

Una buena etapa que aunque se haga imposible compararla con su anterior etapa, goza de muy buena calidad para poder situarla entre las mejores series de tono indie que se están haciendo en la Casa de las ideas junto a series como ‘Visión’ ‘Howard el Pato’ o ‘Ms Marvel’, todas ellas, más que recomendables.