Olivier Vatine traslada a la viñeta los mundos futuristas y post-apocalípticos narrados por el novelista Stefan Wul en su obra ‘Niourk’, versión trasladada al cómic que trae a nuestro país Yermo Ediciones dentro de su oferta de publicaciones dedicadas al cómic europeo,
La historia está ambientada en un futuro devastado por la acción del hombre, que no supo cuidar la tierra que habitaba. El mundo quedó devastado y el cambio climático hizo que la humanidad y la naturaleza sufrieran un proceso de regresión y la evolución vuelva a partir de cero, por lo que ahora la escasa humanidad que queda se comporta como tribus prehistóricas y deben convivir con animales salvajes y criaturas mutantes.
El “niño negro” forma parte de una de estas tribus, en la que es rechazado por su color de piel, ya que la superstición y el pensamiento mágico hacen que esto sea tomado como mal augurio y que deba sobrevivir como pueda sin el apoyo de su pueblo.
El chamán de la tribu en su decisión de consultar a los dioses, emprende un viaje a las tierras prohibidas para el resto de individuos de la comunidad, pero de este viaje no vuelve y el chico repudiado por la tribu decide aventurarse en un viaje en el que conocerá el mundo, nuevos lugares y hechos que desconocía hasta ese momento.
Este viaje estará plagado de aventuras y compañeros inseparables, como un gran oso Grizzly al que cura y cuida después de tener una pequeña lucha con él, y ayudará a su tribu en la lucha con los temidos monstruos.
La aparición de ciertos seres, a los que ellos confunden con dioses, puede ser la respuesta de lo ocurrido en el pasado, y el antídoto para que la humanidad y el Planeta tengan un prospero futuro, y el “Niño negro “parece ser la clave de ello.
Nos encontramos ante una adaptación de la novela de ciencia ficción y aventuras homónima del celebre Stefan Wul, autor por el cual Olivier Vatine siente una gran fascinación.
‘Niourk’ es entretenimiento de principio a fin, entre sus páginas vamos a encontrar pura épica y grandes dosis de aventuras, a la vez que vamos a poder recorrer los confusos y complejos sentimientos humanos como: miedo, duda, rechazó, fascinación, nobleza, valentía… a través de los ojos de un protagonista criado en un entorno natural más allá del bien y del mal, marcado por los instintos más básicos y la pura supervivencia.
A su vez la obra nos lanza una pequeña moraleja o enseñanza que nos hace pensar los estragos que el ser humano hace en el planeta, y las funestas consecuencias que esto puede tener mientras el mundo cierra los ojos y continúa viviendo en su estado de bienestar y tecnología. Nada importa salvo el progreso y nuestro beneficio.
Podemos apreciar en la obra dos partes muy bien diferenciadas. La primera en la que conoceremos al protagonista y el entorno en el que se desarrollan los hechos, en los que tendremos pequeños flashback y vistazos al pasado para saber qué es lo que ha ocurrido.
Tras esta presentación, tendremos una segunda parte en la que se nos descubrirá que rumbo tuvo que tomar la humanidad para hacer frente a la serie de catástrofes naturales y desastres debidos a la polución y al abuso por parte de los seres humanos de la naturaleza y el Planeta. Todo adquiere un giro inesperado que deja atrás el ambiente primitivo ,al que nos habíamos acostumbrado desde las primeras páginas, para meternos de lleno en la ciencia ficción más al clásica.
Y es quizás en esta segunda parte donde podemos encontrarle un “pero” a esta historia, ya que en esta parte del argumento todo toma unos tintes más “fantásticos”, chocando con una primera parte del relato más natural y salvaje. Los tintes de ciencia ficción al final del tomo pueden chocar fuertemente con lo que se nos iba relatando, y puede que perturbe la idea que el lector construía en su mente según iba leyendo esta aventura.
En el apartado gráfico nos encontramos con un gran dibujo, en el que destaca el preciosismo de los paisajes y el detallismo tanto de los personajes como del entorno. Nos quedaremos prendados mirando el trabajo en las splash-page, y admirando las ruinas de las ciudades en este ambiente post-apocalíptico. Vatine sabe integrar los elementos tecnológicos, los edificios y las estructuras con la descontrolada vegetación que ha crecido sin control de una manera que refleja a la perfección la soledad y el abandono, creando un ambiente completamente desamparado.
Un dibujo claro, definido, trabajado, que se ve embellecido por un meticuloso y preciosista uso del color, trabajo también del propio Olivier Vatine, que recrea a la perfección las diferentes luces e iluminaciones, y que juega a la perfección con las sombras.
Pese a esa pequeña pega de la que hablamos, en su desenlace, es una lectura verdaderamente disfrutable y muy recomendable, tanto por la historia que nos es narrada, como por el precioso dibujo que la acompaña. Nos veremos atrapados por los descubrimientos de la travesía de nuestro protagonista y nos maravillaremos junto con él de todos los nuevos descubrimientos con los que se vaya encontrando, siendo testigos de como su inocente visión cambia para volverse cada vez más seguro y osado.
Tan solo debemos echarle imaginación y dejarnos envolver por el ambiente y sus escenarios, solo tenemos que disponernos a acompañar al “niño negro” en su particular aventura y adentrarnos en lo desconocido, y todo para encontrar esa ciudad en el Norte, esa ciudad llamada “Niourk”.
Título: Niourk
Guión y Dibujo: Olivier Vatine
Editorial: Yermo Ediciones
Formato: Cartoné
Páginas: 160 páginas. A color
Precio: 34 €
Fecha de publicación: Diciembre 2015