La Bruja Escarlata ha sido un personaje que ha sufrido diversos cambios a lo largo de toda su trayectoria, la hemos visto pasar de villana a vengadora, de vengadora a la que separaría al grupo, de meta humana a mutante… E incluso hemos visto cambios en sus parentescos, así fue cuando en 2014, durante el evento de Axis, descubríamos que a la que creíamos hija del amo del magnetismo dejaría de serlo, cambiando así todo su trasfondo con los hijos del Átomo.
Corría el año 2016 y con el estreno de La Era de Ultron y la aparición del personaje en el universo cinematográfico de Marvel, la editorial decidió dedicarle una miniserie propia, así cómo hizo con otros personajes de popularidad similar como lo serían el Ojo de Halcón de Matt Fraction y David Aja, o La Visión de Tom King y Walta. Fue James Robinson el guionista encargado de realizar una serie dedicada a darle a nuestra querida Wanda un arco de redención donde pudiera no solo reconstruir su vida, si no dar un paso adelante y dejar atrás sus errores del pasado.
La premisa de La Bruja Escarlata: La senda de las brujas nos lleva directamente a la vida en solitario de Wanda, donde se encuentra en un época de capa caída y de depresión, intentando asimilar y entender quien es y de donde viene. Acaba de descubrir que Magneto jamás fue su padre, y que por lo tanto sus verdaderos orígenes son un misterio. Además algo esta poniendo en peligro la magia, las apariciones de entes demoniacos y amenazas son cada vez mayores y parece existir una conexión con el legado perdido de Wanda, por lo que ella se verá metida de lleno en toda la situación.
La historia no solo consiste en una reconstrucción de las habilidades de Wanda, donde se explorará la naturaleza de sus poderes, si hasta ahora ella creía que su legado le venía dado por el gen mutante, ahora descubrirá que sus orígenes tienen que ver mucho más con la magia proveniente de las brujas. También se va a profundizar mucho en la situación emocional de Wanda, que por muchos años ha sido considerada una amenaza para el mundo, sobre todo teniendo en cuenta que ella fue la causante de diezmar la población mutante, por lo que en este periodo de transición buscará una reconstrucción completa de su vida.
Realmente explorar estos conceptos es un impulso dedicado al cambio producido durante Axis, algo que probablemente tuviera mucho que ver con la aparición del personaje en el UCM, ya que por aquel entonces Marvel Studios no tenía los derechos cinematográficos de los X-Men y probablemente querían adaptar en sus historias nuevos conceptos que se alejasen de este grupo.
James Robinson consigue reformar todo y hacer que funcione, dándole al personaje una visión mucho más acertada a su condición. Se jugará con muchos conceptos que hemos visto con personajes similares, como podría ser Doctor Extraño de Jason Aaron, donde se hacía mucho hincapié en el precio que tenía la magia. Wanda también sufrirá los efectos de usar sus hechizos y veremos que precio y hasta donde es capaz de llegar por arreglar las cosas.
La historia cuenta también con otras apariciones de personajes relacionados con la bruja, destacando sobre todo la que fuera su mentora Agatha Harkness, quien ahora convertida en fantasma será una acompañante para todo el viaje de Wanda, aportando ligeros toques de humor en la historia que para nada desentonan con el tono que tiene la obra.
En cuanto al dibujo tenemos un total de catorce artistas para quince historias. El propio James Robinson fue el que quiso que esto sucediera así:
La Brujería de Wanda se nutre de una energía femenina que también impera en el contexto histórico real, pero sé que soy un hombre , así que fuimos muy precisos en la elección de quién ilustraría cada número y reunimos a tantas autoras como pudimos.
Vanessa del Rey, Marco Rudy, Steve Dillon, Chris Visions, Javier Pulido, Marguerite Sauvage, Annie Wu, Tula Today, Joelle Jones, Kei Zama, Leila Del Luca, Annapaola Martello, Jonathan Marks-Barravecchia y Shawn Crystal forman el grupo completo de artistas. Obviamente que exista tanta variedad desentona mucho, y hace que se pierda uniformidad dentro de la obra. Por otro lado la gran mayoría de artistas que participan tienen un estilo propio muy personal y aportan su propia visión del personaje, desde momentos de épica super heroica hasta los más íntimos y personales donde reflejan todos los sentimientos de Wanda. Además muchos de estos dibujantes la llevarán de viaje por sus nacionalidades, así veremos aventuras de la bruja en Francia, pasando por Japón y hasta Logroño.
Y sin desmerecer por supuesto la mención de coloristas de la talla de Jordie Bellaire, Frank Martin o Rachelle Rosenberg.
Y para destacar son también las portadas que hiciera en su momento el artista David Aja, todo un ejemplo de estilo y arte gráfico que son un deleite para cualquier lector.
Este material, que un su origen en España fuera publicado en tres rústicas de 100% Marvel, recibe ahora una nueva edición en formato Marvel Ómnibus por parte de Panini Comics y que se convierte en un imprescindible para todos los fans del personaje, pudiendo disfrutar de esta historia a mayor tamaño. Un tomo que viene muy impulsado por el éxito de Wandavision, serie que por otro lado adaptó varios conceptos de esta obra y que funcionó de manera similar para el personaje en su adaptación de acción real.
La Bruja Escarlata: La Senda de las Brujas sin duda alguna es un trabajo muy disfrutable tanto a nivel guion como en su apartado gráfico que gustará a todos aquellos seguidores tanto de Wanda Maximoff, como de los que disfruten leyendo historias de brujas y antiguas leyendas mágicas. Esperemos que Marvel se vuelva a animar a crear nuevas historias con la base aquí creada ya que, es una obra que por fin le hace justicia al personaje, consigue redimirla y situarla en el status quo que necesitaba.