La muerte es un tema muy recurrente dentro de algunas de las más famosas historias de los tebeos. Tenemos conceptos que nos llevan desde las historias más supereheroicas como podría ser la encarnacion creada por Jim Starlin con la que thanos se obsesiona, hasta la personificación de este personaje en Sandman de Neil Gaiman.
El artista Guillem March nos ofrece su propia visión de esta con Karmen, una historia a través de la cual se realizará todo un viaje en el que nos replantearemos las consecuencias que puede traer la muerte consigo.
La historia se centra en Catalina, una joven con muchos problemas de autoestima que le han llevado a cerrarse en si misma y a terminar suicidándose. Es entonces cuando se le aparece Karmen, una chica vestida de esqueleto que no es otra que la personificación del Karma. Karmen acompañará a Catalina en el último viaje que le queda por hacer, ayudándola a replantearse muchos hechos de su vida y a que tenga otra perspectiva de ver las cosas.
Si bien es cierto que no se trata de un concepto que no se haya explotado con anterioridad, Karmen explora las consecuencias que pueden traer un suicidio y como dependiendo de la perspectivas, los problemas que nos rodean no son mas que nimiedades en el viaje hacía la muerte, en el que los pensamientos finales nos enseñan cuales fueron los hechos más significativos en la vida de una persona.
También se para a demostrar lo fugaz que es la vida, y como en un mundo de infinitas posibilidades, la más mínima probabilidad puede provocar perdidas y cambiar la vida de los demás para siempre. Todo ello lo hace mostrando la muerte de una manera muy naturalista y sin ningún tabú de por medio.
El personaje de Karmen es, sin duda alguna, lo más llamativo dentro de la obra, a pesar de no ser la protagonista principal, y es que se desarrolla a través de transformar su función como acompañante en un trabajo, en el que hay todo un grupo de personajes como ella que se encargan de la misma función, pero ella destaca por implicarse de más con las personas a las que acompaña, llegando a conseguir logros muy notables en lo que se conoce como Karma corps.
Su personalidad está muy marcada, es carismática y con mucho sentido del humor, resultando muy atractiva para el lector, muestra su lado más empático acompañando a otras personas hacia la muerte, y se frustra ante la incapacidad de algunas de no valorar lo que se ha dejado atrás.
Gráficamente, el acabado de la obra es muy limpio y bastante detallado, donde resulta sobre todo la narración gráfica sobre la que se va desarrollando la historia, el artistas mallorquín utiliza composiciones a página completa, donde rompe las viñetas emulando momentos oníricos, donde además vamos a poder viajar por todo Palma de Mallorca, lugar donde sucede la historia, y que Guillem March ha plasmado al detalle, sobre todo utilizando recursos como perspectivas en ojo de pez. El ritmo esta muy bien marcado y conseguido, sabe cuando tiene que utilizar una narración donde pararse y admirar los detalles, y cuando la historia tiene que avanzar de manera más apresurada.
En cuanto al color, la totalidad de la obra utiliza tonos pastel, destacando sobre todo el color rosa y el azul turquesa, sobre los cuales se recarga todo el peso de la sensación de ensueño que propone la historia. Utiliza además colores planos, sin apenas uso de volúmenes, consiguiendo una combinación de dibujo y color muy llamativa.
Karmen es toda una oda a la vida, una obra muy intimista, naturalista y humana, en la que se hace todo un viaje a través del cual pararse a valorar y a aprender que cosas son realmente importantes. Una historia sobre segundas oportunidades y sobre ponernos en la piel de otros.
Excelente reseña! Me preguntaba si hay algun referente que seguir si hemos adorado la obra, ¿hay algo parecido? estoy ojeando ya algunas historias de Starlin y Gaiman porque de verdad que me fascina Karmen