En mayo de 2019, Amazon Prime Video en conjunción con BBC Studios, sorprendía a propios y extraños al estrenar la adaptación televisiva de la novela de Terry Prachett y Neil Gaiman “Good Omens” (Buenos Presagios), que contaba las desventuras de un par de peculiares protagonistas, el ángel (Azirafel) y el demonio (Crowley) que intentaban con su peculiar unión dar al traste con el plan divino de la llegada a la tierra del Anticristo que desataría el consiguiente apocalipsis y la batalla final entre el cielo y el infierno, acabando así con la vida en la tierra, a la que ellos dos ya se habían acostumbrado y que habían llegado a apreciar.
La serie escrita y comandada como Showrunner por el propio Gaiman adaptando su propia novela escrita a cuatro manos con el fallecido Terry prachett y dirigida por el también británico Douglas MacKinon (Sherlock, Doctor Who, Line of Duty), fue un soplo de aire fresco llegado a las recargadas parrillas de las plataformas y era capaz de con sólo seis episodios dar buena cuenta de la novela en su totalidad.
Por eso en un primer momento, la noticia de la aprobación de una segunda temporada que continuaría ya sin contar con el apoyo del material original pudo generar un ligero malestar en el fandom, hasta que se confirmó que el propio Gaiman seguiría como guionista y showrunner en esta segunda temporada.
El mayor acierto de la serie en su primera temporada fue contar como actores protagonistas con los geniales David Tenant dando vida al demonio Crowley y Michael Sheen encarnando al ángel Azirafel, ya que estos dos personajes llevarían el peso de la serie y se necesitaba a dos intérpretes que hicieran un trabajo capaz de brillar y generar química y peso actoral dentro de las disparatadas correrías en las que se verían envueltos en la delirante trama de la serie. Ahora, cuatro años más tarde, nos llega esta continuación donde con seis nuevos episodios, volvemos a encontrarnos con este peculiar dúo protagonista, que continúan con sus mundanas vidas en la tierra después de evitar el Armagedón de la pasada temporada y la nueva trama, acertadamente deja atrás y no hace mucha referencia a esa anterior aventura y opta por seguir adelante, entregando una nueva y desafiante situación que obligue a este par de rechazados entre sus congéneres, a colaborar para evitar otra catástrofe de proporciones bíblicas.
El humor inherente a esta serie vuelve a ser predominante en el surrealista argumento, con la suficiente confianza en lo que están narrando sea interesante y divertido, sin que se soporte en un texto de apoyo anterior como en su primera temporada. La relación entre Crowley y Azirafel irá ampliándose y explorándose a lo largo de estos seis episodios con continuos flashbacks que narrarán sus diferentes encuentros a lo largo de la historia y nos mostrarán como pasaron de ser sólo conocidos en un primer momento, a convertirse luego en amigos y finalmente en algo un poco… más “que sólo amigos”.
Un punto fuerte en esta segunda temporada es la refrescante y divertida presencia de Jon Hamm que ofrece un espectáculo cómico a la altura, metiéndose en la piel de un desmemoriado, despistado y un poco torpe arcángel San Gabriel, amén de destacar las gratas y buenas presencias también de Miranda Richardson Y Derek Jacobi entre otros.
Pues bien, llegados a este punto únicamente me queda recomendar el visionado y disfrute de esta segunda temporada evitando el escepticismo que pueda levantar de primeras, ya que incluso los más cínicos espectadores serán capaces de ver, que esta continuación está por lo menos a la altura de la entrega anterior y ofrece una placentera manera de reencontrase con unos geniales personajes, dentro de una sorprendente y sobre todo divertida trama.
La segunda temporada de Good Omens ya se encuentra disponible al completo en la plataforma de Amazon Prime.