Han pasado nada menos que siete años desde que Hugh Jackman decidió despedirse de interpretar al personaje de Lobezno con la película de Logan, que muchos espectadores calificaron como la mejor y más grande interpretación del personaje hasta ese entonces. Aparentemente se trataba de una despedida definitiva, la catarsis final con la que el actor colgaba las garras de adamantium para enfocarse en otros proyectos. Poco sospechaba por ese entonces tanto el propio Hugh, como la compañía de 20th Century Fox y la propia Marvel Studios, que llegaría Ryan Reynolds a poner patas arriba todo lo que habían construído.
Desde la compra de toda la propiedad de 20th Century Fox por parte de Disney y por ende la recuperación de los derechos cinematográficos de los mutantes, mucha ha sido la expectación de los fanáticos ante la entrada por la puerta grande de la Patrulla-X al Universo Cinematográfico de Marvel. Los espectadores más optimistas tenían muy claras sus expectativas del regreso de todo el Universo de Fox y su colisión con los ya muy reputados Vengadores, pero algunos más escépticos teníamos mucho más claro que ante todo, el Universo de Marvel quería centrarse en sus propias nuevas creaciones.
Fue entonces, ese maravilloso 28 de Septiembre de 2022 cuando Ryan Reynolds se proponía reventar internet con el anuncio de que la tercera película del mercenario bocazas incluiría la participación de Hugh Jackman y por lo tanto de su ya icónica representación de Lobezno. Desde ese momento todas las apuestas se triplicaron y nos planteaban de un crossover histórico, que además tendría lugar en el mismo universo compartido en el que los Vengadores, Spiderman, Guardianes de la Galaxia y más han unido fuerzas para las grandes amenazas. Claro está, que con la puerta del multiverso completamente abierta y con productos como Doctor Strange: El Multiverso de la Locura o Spiderman: No Way Home, las posibilidades eran completamente ilimitadas.
Con la compañía de Madona al ritmo de Like a Prayer, Wade Wilson y Logan han regresado a la gran pantalla, coincidiendo con un periodo difuso y ambiguo para todo lo que estaba preparando Marvel, pero con la potencia suficiente para dar un golpe en la mesa y decir muy abiertamente al publico que el cine de superhéroes sigue aquí y que es capaz de brillar y continuar sorprendiendo.
Como si se tratase de una coincidencia mística, los acontecimientos que sucedían al final de Deadpool 2, casaban como anillo al dedo para hilarlo con todo el tema de multiversos, líneas temporales y demás que hemos estado viendo en los últimos años de Marvel. Con ello la película ha sabido aprovechar al máximo sus cartas y centrar la historia utilizando el pasado del Universo de películas de Fox para construir su propio mundo dentro del UCM. Aunque bien es cierto que la ambientación no sucede al 100% dentro del universo que tanto conocemos, si que se sirve con mucha inteligencia de elementos comunes para hacer un nexo de unión con el resto de productos.
Sin ser una sorpresa para los que más confiaban en el poder que podía tener Ryan Reynolds, quien sabemos muy ampliamente que es el principal responsable del exito que ha tenido el personaje de Deadpool en el cine, la película mantiene toda la esencia que ya habíamos visto en las anteriores entregas: Grandes dosis de violencia y sangre, un humor negro y gamberro que no le teme a la clasificación por edades, además de lo que podríamos tachar de no romper, si no explotar y destrozar la cuarta pared, aprovechando al máximo el lenguaje metareferencial. Dado que no hemos estado durante la producción de esta Deadpool y Lobezno, no podemos asegurarlo, pero pondríamos la mano en el fuego a que lo que viene siendo Kevin Feige o la propia Disney poco han tenido que ver con este desfile constante de bromas y obscenidades que sacan las carcajadas de los espectadores más sumergidos en la materia, y que tanto Reynolds como los productores han tenido toda la libertad creativa posible.
De entre los principales puntos fuertes destaca la dinámica entre los protagonistas, gracias en parte a la amistad de sus actores fuera de la pantalla, y más concretamente esta nueva interpretación de Lobezno, quien se aleja por completo de lo que nos ofreció en el pasado y nos regala una versión muchísimo más apegada y fiel a su homólogo de las viñetas. Probablemente estemos ante la versión live action más fiel del personaje hasta la fecha, con el personaje desatado al completo y dando rienda suelta a las garras de adamanitum para liberar toda la violencia posible en la gran pantalla. Otro de los puntos muy a favor es que a pesar de primar la comedia y lo macarra, la película también da espacio para el drama y la profundidad en sus personajes, con una gran carga emocional que arrastra Logan en sus espaldas y que será uno de los principales motores de la historia.
Sin dejar de lado al dúo de protagonistas también tenemos que pasar por Cassandra Nova, a quien interpreta la actriz Emma Corrin. Una antagonista en la historia que como punto negativo no destaca por su gran complejidad o desarrollo, pero que compensa con una muy buena actuación, siendo completamente fría y cruel, además una antítesis de todo lo que representa su hermano gemelo Charles Xavier. A su vez este personaje sirve como un elemento catalizador para la historia de Lobezno, que con estos contrastes que hemos mencionado sirve al personaje para recordar su pasada vida como X-Men y todos los valores que ello conlleva.
Y lo que todo el mundo está esperando como agua de mayo, eso que provoca que los espectadores provoquen una oleada de gritos como si fuera un estadio de futbol: Los cameos y apariciones sorpresa. Podéis estar tranquilos que no vamos a revelar absolutamente nada, es más, os instamos a ir a la proyección lo antes posible y con el menos conocimiento que podáis, ya que el desfile que pasa por esta película hace palidecer a producciones como Multiverse of Madness o incluso Spiderman: No Way Home. Pese a toda filtración o rumor que inunde las redes, la película ha conseguido mantener casi todas las sorpresas hasta su estreno, con personajes muy queridos en la historia de Marvel luciéndose en pantalla además de incluir también una buena dosis de referencias sacadas de las viñetas, así como de la cultura y memes que se han establecido en las redes sociales. De hecho uno de los puntos en los que destaca mucho esta propuesta son precisamente estas participaciones, que están todas muy sabiamente introducidas en la película y que apoyan la historia y la narrativa, a la vez que rinden homenaje al pasado y a los inicios de Marvel en el cine.
Por otro lado refiriéndonos tanto a estos cameos, como al metalenguaje que utiliza la cinta, son un bonito regalo para los fanáticos que han estado presentes durante décadas de películas, pero son referencias tan concretas y específicas que pertenecen a la historia tanto interna como externa de las producciones de Marvel, que el publico más generalista y casual puede verse un poco perdido. Aún con ello, tampoco es completamente necesario entender la totalidad de los chistes, ni saber de donde viene X personaje para poder disfrutar y pasar un buen rato viendo la película. Esperemos que con el tiempo no termine sufriendo las mismas consecuencias que la ya citada No Way Home, cuya valoración entre los fans ha ido decayendo con el tiempo.
En definitiva, es una película que cumple lo que promete y da mucho más, es divertida, gamberra y violenta, negativamente su fuerte no es la historia que plantea, pero tampoco lo pretende, juega a otra cosa completamente diferente y sabe llevarlo muy bien. Destacando a sus protagonistas y exprimiendo hasta el más mínimo detalle todo el metalenguaje que les ha ofrecido la historia de Marvel, con un muy bonito y merecido homenaje a lo que supusieron las producciones que inició Fox en los años 2000 y que salvaron a la editorial de la quiebra.
Tendremos que esperar un tiempo para saber que podría ocurrir con estos personajes dentro del futuro del UCM, pero hasta ese momento ya podéis prepararos para disfrutar en cines de este bonito regalo a los fanáticos que tanto han esperado años para ver a este simpático dúo en la gran pantalla.