RESEÑA Daredevil: El hombre sin miedo #8. La autobiografía de Matt Murdock

Con el número 8 de ‘Daredevil: El hombre sin miedo’ finaliza la laureada etapa de Mark Waid y Chris Samnee frente a la colección.

En este tomo veremos como Matt continua adaptándose a San Francisco y a la nueva situación de que el mundo conozca su identidad como justiciero enmascarado. Mientras, Foggy Nelson le ayuda en la elaboración de ‘La autobiografía de Matt Murdock’, el libro que contará todos los secretos de su vida. Todo esto hará que Matt trate de sacar ventaja de la revelación de su identidad , y como muchos sabemos no hay mejor publicidad que un pequeño cambio de look … aunque en esta ocasión el look sea bastante peculiar.

Pero como bien sabemos no todo sera calma en la vida de nuestro endiablado amigo, ya que los problemas aparecerán de nuevo, desvelando quien es el villano que ha estado actuando los últimos meses en la sombra.

La aparición de este villano y una serie de problemas, y la difusión de ciertos secretos, que pueden poner en peligro la vida civil de Matt, hace que éste recurra a pedir ayuda a quien no debe, a quien no quiere … a su peor enemigo. ¿cuál será el precio que deba pagar por ello?.

Mark Waid pone punto y final a todas y cada una de las tramas , y frentes abiertos, con los que el guionista ha trabajado desde que en Julio del 2011 se hiciera con las riendas del personaje, habiendo realizado un total de 46 números. Y podemos afirmar que la manera de cerrar ha sido magistral, recurriendo a los personajes con los que ha estado jugando todos estos meses y trayendo en los últimos números de la serie algún que otro personaje sorpresa , muy ligado a la vida de Daredevil.

En el trabajo gráfico Chris Samnee vuelve a deslumbrarnos con lo que ya nos tiene acostumbrados, ha apostado por un dibujo limpio, claro, que centra todo su esfuerzo en la narrativa gráfica, explotando al máximo la percepción de los sentidos de Matt, y creando grandes composiciones de página. Un estilo de dibujo que ha sabido captar lo desenfadado del guión.

La sensación que nos deja el final de la serie es que Waid ha contado todo lo que quería que contar, manteniendo el ritmo y el buen hacer en todo momento, obsequiándonos con una etapa completa que se puede disfrutar sin pensar en el pasado del personaje, ni que será del mismo en un futuro.

Otra sensación es la de tristeza, ya que la calidad y entretenimiento que nos ha ofrecido esta serie en los últimos años es bastante difícil de superar, por eso no es raro que en cuanto terminemos de leer este tomo, volvamos a proponernos una relectura desde el principio.

Un cierre de una época en la que se trató de volver a otorgar luz al personaje, y a realizar un homenaje a los primeros años de Daredevil, otorgándole un enfoque más optimista ante la gran cantidad de desgracias, muertes y años oscuros que han perseguido al personaje durante décadas. En el Daredevil de Waid encontramos la faceta más superheórica del cuernecitos, con argumentos repletos de acción y en los que Matt Murdock tiene que reconciliar su nueva vida, nueva ciudad, nuevos trabajos, nuevos amores … con su oscuro pasado, a la vez que su álter ego , Daredevil , debe volver a encauzar su situación de héroe.

Si la etapa de Waid se convertirá en una de las principales, o un referente obligado, del personaje está por ver, solo el tiempo lo dirá, Pero que con sus guiones ha sabido dar un nuevo aliento al personaje y hacer que Daredevil vuelva a ocupar el sitio que le pertenecía, eso es algo innegable.