Leemos en Hollywood Reporter que Disney ha puesto en marcha a su legión de abogados para asegurarse la conservación permanente de los derechos de los personajes de Marvel que tantos miles de millones les están reportando gracias a las adaptaciones audiovisuales.
Esta estrategia de momento se circunscribe a los personajes del entorno de Los Vengadores, es decir a nombres como Iron Man, Spider-Man, Dr. Extraño, Ant-Man, Ojo de Halcón o Thor. Para ello está formulando demandas a los herederos de los autores que crearon a dichos personajes, autores fallecidos como Stan Lee, Steve Ditko y Gene Colan. Con esa acción legal, Disney quiere evitar que los derechos que ahora ostentan expiren y deban compartirlos con dichos herederos, o incluso en un extremo hipotético, que pasen a dominio público como ha podido suceder con Sherlock Holmes o con Conan (en Europa al menos).
Todo se ha precipitado porque el pasado mes de Agosto, el administrador de la herencia de Ditko presentó un aviso de expiración de los derechos de Spider-Man, que apareció por primera vez en forma de cómic en 1962. Según las disposiciones de expiración de la ley de derechos de autor, los autores o sus herederos pueden reclamar derechos que fueron otorgados a las editoriales, si se ha cumplido un determinado período de tiempo establecido por la ley. Según el aviso de finalización, Marvel tendría que renunciar a los derechos sobre el trepamuros en Junio de 2023. Y este sólo sería el principio, porque se avecinan nuevas expiraciones de derechos según va pasando el tiempo, lo que pondría en peligro la lucrativa explotación en exclusiva de los cómics, películas, series, videojuegos y merchandising basado en los populares héroes y villanos de Marvel.
Si los herederos ganasen, Disney espera al menos conservar una parte de los derechos de los personajes como copropietarios. La compañía en ese caso tendría que compartir los beneficios con los herederos. Además, estas disposiciones legales de derechos de autor solo se aplican en los Estados Unidos, lo que permitiría que Disney continuase controlando y obteniendo beneficios exclusivos en el caso de de la explotación en otros países.
El quid de la cuestión va a estar en si en este caso los herederos de Ditko logran demostrar que Steve Ditko creó a Spider-Man y Dr. Extraño como contratista independiente y no como fruto de trabajo por encargo, porque ese sería el matiz definitivo para decantar la balanza hacia un lado u otro de la demanda. También existe la posibilidad de que Disney llegue a un suculento acuerdo económico con los herederos para evitar que prospere la vía legal. Suceda lo que suceda, servirá seguramente de precedente para las expiraciones posteriores, y tiene pinta de que en cualquier caso, afortunadamente los herederos de tan grandes autores sacarán un buen rédito económico de la situación, ya que es inconcebible que una gran empresa como Disney obtenga tantísimos beneficios sin que nada revierta a los autores y sus herederos.