Barcelona rinde homenaje al maestro Francisco Ibañez cambiando los habituales semáforos por las siluetas de Mortadelo y Filemón.
El pasado julio nos dejaba Francisco Ibañez, uno de nuestros autores nacionales más destacados e importantes, con un legado imborrable dentro de la industria del cómic. Apenas un mes después comenzó a moverse una iniciativa en Barcelona para rendirle homenaje, y es que un profesor, que además compartía nombre con el maestro, propuso al ayuntamiento cambiar los semáforos en honor a las siluetas de Mortadelo y Filemón.
La propuesta consiste en situar estos semáforos en lugares icónicos de la ciudad, que tuvieran relevancia en la vida de Ibañez, así estarán localizados en el cruce de la Gran Via de les Glóries Catalanes con la calle de Bac de Roda, en el barrio de Provençals, donde vivió el artista, la ronda de Sant Pere con el Paseo de Gràcia y en uno de los chaflanes del Mercado de Sant Antoni.
El ayuntamiento de Barcelona no tardó en poner en marcha la iniciativa, aprobando un presupuesto de 14.080 euros para la reforma, y situando a Mortadelo como el peaton verde, mientras que Filemón será el rojo. Un hecho que según apuntan, casa con las personalidades de los míticos personajes.
Así pues, este pasado Sábado 21 de Octubre, tenía lugar la inauguración del primero de estos semáforos, siendo el que está situado en el cruce de la Calle Treball con Concili de Trento, lugar donde vivió Ibáñez y además justo delante de la biblioteca Gabriel García Márquez.
Jaume Collboni, alcalde de la ciudad, hablaba sobre la propuesta:
Aquello se convirtió en un clamor popular para todos los que hemos leído, desayunado y merendado con los tebeos de Ibáñez y decidimos atender esta maravillosa propuesta, con permiso de la familia y la editorial.
La hija del maestro, Nuria Ibañez, también acudió a la inauguración y aprovechó para hablar de su padre:
Le habría encantado, se hubiera reído mucho con la propuesta y la idea, pensaría que sería divertidísimo ver a Mortadelo y Filemón cambiar constantemente de verde a rojo; estaría encantado.
Sin duda alguna, también estamos seguros de que Ibañez habría estado encantado con la propuesta, al igual que el resto de lectores que hemos crecido con sus historias y vemos como su legado será imborrable de nuestra historia.