Nuevamente estamos de vuelta con nuestra selección de esenciales, una lista confeccionada con los mejores lanzamientos de novedades y reediciones de entre Enero y Junio de este año, y que hemos realizaco entre todos los miembros del equipo, en base a lo que hemos considerado lo más destacable, también teniendo en cuenta la recepción y acogida del público.
Como siempre, toca echar la vista atrás y recordar las lecturas con las que se nos cansaron las manos de aplaudir. Así, empezando por la sección BD, hemos podido disfrutar de joyas del noveno arte como la adaptación de Frankenstein del maestro Georges Bess, recreaciones históricas como la revolución de El Grito del Pueblo, o incluso trabajos dedicados a un público más juvenil, como lo ha sido La Maestra, que ha conseguido calar a los lectores más veteranos, o un pletórico Mathieu Bablet que regresaba con su Carbono y Silicio. Y por su puesto, no podemos no mencionar el despliegue de creatividad de Timothé Le Boucher, con su 47 Cuerdas, cuya segunda parte aún nos tiene en ascuas.
Y saltando el charco, en el mercado del indie americano, donde siempre hemos contado con un gran abanico de posibilidades y la selección se vuelve más complicada, hemos comprobado que Eddie Gein, se ganó a pulso un puesto dentro de esta lista, al igual que uno de los sospechosos habituales, Jeff Lemire, de quien nos llegaba el rescate de su Cazarranas, por mucho tiempo inédito en España. Además, también hemos podido disfrutar de la sorpresa de Otoñal, que con la gran cantidad de obras de terror que inundan el mercado, ha destacado por su gran desarrollo y una ambientación que sumerge al lector en lo mejor del género.
Aunque sin duda alguna, el mayor rescate que hemos tenido en los últimos seis meses, es el Arrowsmith de Busiek y Pacheco, cuya edición de Dolmen Editorial, no solo trajo de vuelta una de las obras más personales de Pacheco, si no que además nos ofreció su segunda parte, inédita hasta ahora. Un gran homenaje para la memoria del artista gaditano, con el que además se logró su última voluntad.
En el género superheroico, hay un autor que ha conseguido colarse nada menos que cinco veces, y es que Tom King sigue ofreciéndonos los mejores trabajos de DC Comics, tales como Strange Adventures, Rorschach, el Mal Dia del Acertijo, o la reciente Calle Peligro. Aunque por supuestísimo, no podemos no mencionar ese Superman: La Era Espacial, donde Mark Russell y los Allred nos hacian un repaso por la historia de la editorial, además de ofrecernos una mirada muy intimista y esperanzadora del Hombre de Acero.
Y en la casa de las ideas, no nos han faltado rescates verdaderamente importantes, como la primera serie en solitario de Lobezno, o la impresionante serie de Cullen Bunn y Walta con un Magneto más sediento de venganza que nunca. Y si antes hablábamos de Pacheco y Busiek, también se ha rescatado su Siempre Vengadores, una historia referencial para los héroes más poderosos de la tierra, con un repaso por toda su historia.
Dentro del Manga, hemos visto el regreso de Q Hayashida, quien tras Dorohedoro, nos deslumbra con una obra macarrísima como Dai Dark, O Tatsuki Fujimoto, quien cambiando por completo del género en Chainsawman, nos traía algo mucho más intimista en Goodbye Eri. Y aunque hemos tenido rescates como Inuyasha, o Hajime no Ippo, nos es imposible no destacar el gran trabajo que está haciendo Gou Tanabe con sus adaptaciones de Lovecraft.
Y para terminar, tenemos que hablar de nuestro orgullo patrio. Los autores nacionales, que no se contentan con la plata y van a por el oro, así Carlos Portela y Keko nos ofrecían un Noir muy oscuro en su Contrition, Juanma Mallen y Adrián Bonilla nos llevaban a la Grecia de un Old Man Hércules, Santiago García y Luis Bustos saltaban el charco con su ¡García! y Alfonso Zapico nos escoltaba directamente a la conclusión de la revolución minera de Asturias con su cierre de La Balada del Norte.
Una selección, que no hace más que reafirmar el gran momento en el que vive el mundo del noveno arte, donde seleccionar solo 50 títulos se convierte en una tarea realmente complicada, ya que se ha ampliado mucho la oferta, de manera que cualquier lector tiene a su disposición una obra perfecta para él. Y como siempre, lo más importante es que este mundo siga en constante funcionamiento, y que el público siga creciendo y ampliando esta gran e importante cultura.