Lamentamos dar una nueva y triste noticia que ha sacudido el mundo del cómic y es que el dibujante John Cassaday ha fallecido hoy con 53 años. La noticia la daba desolado el escritor Mark Waid en su muro de Facebook:
Mi querido amigo John Cassaday falleció hoy a la absurdamente temprana edad de 52 años y ya lo extraño.
Conocí a John en, creo, 1996– Google no revelará el secreto exactamente de qué año se celebró la Big Apple Comic Con en el Madison Square Garden. John era agradable, era educado y educado, y cuando me mostró su portafolio, también supe que era tremendamente talentoso para un recién llegado. A la mañana siguiente, estaba desayunando con el escritor Jeff Mariotte, quien mencionó que estaba buscando un ilustrador para su próxima serie, Desperados. Chico, ¿le dijo eso al tipo correcto, porque yo tenía justo al artista en mente?
Fuera de esa referencia fortuita, me niego a tomar ningún crédito real por «descubrir» a John Cassaday. No puedo atribuir el crédito por tener ojos funcionales. Pero fuimos amigos para siempre después de eso, y ver su rápida ascensión a convertirse en uno de los ilustradores de cómics más talentosos de su generación fue una explosión. John tuvo una temporada memorable en los X-Men y otra en su personaje favorito, el Capitán América, pero fue Planetario lo que legítimamente lo puso en el mapa. Él era meticuloso, él no entregaría una sola pieza de arte hasta que lo había preocupado a muerte, y como su editor por un breve tiempo en Humanoids, tuve el gran y ahora melancólico placer de ver páginas magníficas, su mejor de siempre, llegar lentamente en su proyecto soñado, Una serie multimedia sin anunciarse propiedad de un creador que ahora será su sinfonía inconclusa.
Los hombres en los cómics, como regla general, no son exactamente bendecidos con miradas de protagonistas, pero John sí. Pregúntale a cualquiera. Entre su guapo aspecto, su manera encantadora, y su perfecta combinación de confianza y humildad, fue el favorito de muchas, muchas damas en su juventud. Muchos. Sin esfuerzo. Entrar en una habitación de mujeres con John fue un recordatorio de que el resto de nosotros realmente, realmente necesitábamos trabajar en nuestro juego. Mi único recuerdo favorito con John fue cuando él y yo y un montón de otros tíos de cómics estábamos parados alrededor de una gran fiesta de bar de convención cuando el actor Michael Rosenbaum entró. La cabeza de toda mujer giró, instantáneamente, cada ojo en Rosenbaum. Fue como lanzar un imán en una caja de limaduras de hierro. Por el contrario, todos los hombres en el bar que habían estado allí con una cita de repente sostenían dos bebidas. En el tumulto, tuve la presencia de la mente para mirar a John y decir, «Ahora sabes cómo NOS sentimos. ”
John Cassaday, diré sin dudarlo y con muy poco temor al desacuerdo, fue uno de los mejores ilustradores y narradores que jamás trabajó en el medio de los cómics. Al igual que Neal Adams, Jim Steranko o Michael Golden, es una piedra de toque, un punto de referencia para las decenas y docenas de artistas cuyo trabajo fue influenciado por el suyo. La mayoría de la gente tiene suerte si más de una docena de personas siguen hablando de ellos un mes después de su muerte. Mi amigo John será hablado y recordado por toda una industria durante años. Y con razón. Descanse en paz, señor.
John Cassaday ha sido a lo largo de su carrera ampliamente reconocido en la industria del cómic. Uno de sus trabajos más destacados es Astonishing X-Men, donde colaboró con Joss Whedon, recibiendo aclamación por su arte de calidad y estilo cinemático. En Planetary, junto a Warren Ellis, Cassaday exploró una narrativa sobre arqueólogos de lo paranormal, destacándose por su habilidad para variar estilos y capturar diferentes épocas y atmósferas. Una de las obras maestras del cómic y una de las mejores series de toda la historia. Su contribución a Captain America también es notable, especialmente en la serie que comenzó en 2004, donde su estilo realista y dinámico ayudó a refrescar la imagen del icónico superhéroe. Cuando Marvel retomó los derechos de Star Wars en 2015, Cassaday fue uno de los artistas principales, y su trabajo fue muy bien recibido por su fidelidad a la esencia de los personajes originales. Aunque menos conocido, su arte en The Lone Ranger muestra su versatilidad, al igual que en Desperadoes, donde combina el género western con elementos sobrenaturales. Finalmente, en I Am Legion, Cassaday se aventura en una serie que mezcla horror y espionaje, demostrando su capacidad para adaptarse a narrativas más oscuras y atmosféricas.
A lo largo de su carrera, Cassaday ha sido elogiado por su estilo limpio, detallado y su habilidad para la narrativa visual, lo que le ha valido múltiples premios y un lugar destacado en la industria del cómic.
Desde aquí decimos adiós a una estrella que como siempre decimos, nos deja un legado inmortal en sus historias. Hasta siempre.