¿Y si el mundo se acaba? ¿Cuántas veces hemos visto esa frase en una película, o la hemos leído en un libro o en un cómic? Quizá demasiadas veces… Tantas que ya no tiene el mismo efecto, nos hemos acostumbrado a que los personajes de esas historias encuentren una manera de no morir, de sobrevivir hasta más allá de lo razonable y esperado… Por suerte, ésta no es una de esas historias.
‘Hoy es un buen día para morir’ nos presenta un mundo futurista, pero a la vez cercano. El Madrid que Colo nos muestra es nuestro Madrid, con Callao, la Gran Vía, e incluso restaurantes que podemos disfrutar hoy (la escena en el Piccollino de la Farfalla, fabuloso restaurante de la calle Huertas, bien podía estar ocurriendo mientras lees estas palabras); pero a la vez es un Madrid extremadamente deprimente, donde la pobreza y la desesperación están presentes en casi cualquier rincón. Y por si la vida no fuera suficientemente dura, el monopolio farmacéutico decide que quiere hacerse un poco más rico gracias a un virus recién descubierto y para el que están seguros que pueden encontrar una cura.
Durante el transcurso de la historia vamos a seguir a un grupo variopinto de personajes sin relación aparente entre ellos. Cinco amigos que tienen un grupo de música, un viejo escritor retirado, un asesino a sueldo, el gerente de la farmacéutica, e incluso un «terrorista» cuyo único delito es intentar despertar a la población a través de mensajes que interrumpen durante unos breves minutos la programación.
Estos personajes nos van a guiar por este mundo desde todos los puntos de vista, con sus problemas y sus decisiones. Les veremos intentar encontrar trabajo, incluso siendo discapacitados; descubriremos en cada capítulo el inicio de una historia del viejo escritor, aunque nunca llegaremos a saber su final; seremos testigos de un mensaje del «terrorista»; y nos daremos cuenta de lo que cuesta realmente juntar a un grupo de amigos para grabar un disco.
Aunque, realmente, de lo que vamos a ser testigos es de cómo todos estos personajes luchan contra el hastío y la tristeza. Y ciertamente ese es el mayor problema al que se van a enfrentar, ya que todavía no os había dicho lo que provoca el virus.
Este virus extraño afecta al cerebro de tal manera que el infectado se deprime, deja de encontrar una razón para vivir.
Es algo que pasa totalmente desapercibido, ya que nadie sabe si está triste por su forma de vida, la sociedad en la que viven (vivimos) o están afectados por el virus.
Es un fantasma silencioso que provoca suicidios, y que sólo aparece de forma teatral al final. Si el infectado ha logrado superar sus ansias suicidas, entonces sus ojos comenzarán a llorar sangre, y le espera la muerte al poco tiempo.
Aún así no esperéis muertes gratuitas. Todos los personajes van a tener importancia y Colo se va a ocupar muy bien de que les conozcamos a todos, tanto si van a ser de los supervivientes como si no, y podéis creerme, no todos van a llegar al final de la historia.
Un relato asfixiante con un dibujo que al principio puede resultar extraño, incluso feo, pero que es perfecto para la historia, sobre todo según vamos avanzando y se va volviendo más y más oscura.
Una historia que te envuelve y no te suelta, que va a hacer que no dejes de leer durante las horas que te duren las 380 páginas que tiene éste libro, y que además va acompañado de un disco de música para ambientar la lectura. El disco de Hielo Rojo. Cuando lo tengas entre las manos entenderá su importancia, ya que quizá nuestra única salvación se oculte en nuestras aficiones.
Título: Hoy es en buen día para morir
Guión y dibujo: Colo
Editorial: Dibbuks
Formato: Rústica
Páginas: 380 páginas. A color
Precio: 30 €
Fecha de publicación: Junio 2016