La legendaria artista Trina Robbins, reconocida por su trabajo con Wonder Woman y su activismo por la inclusión de la Mujer en el Cómic, ha fallecido a los 85 años de edad.
Sus primeros pasos en el mundo de la historieta tuvieron lugar ya en su infancia, cuando entre las decadas de 1950 y 1960 se involucró en la comunidad de fanáticos de la ciencia ficción. Allí comenzó muy prematuramente aportando su arte para algunos fanzines, publicando en el periódico clandestino The East Village Other.
A finales de los años 60 fue una de las primeras creadoras del movimiento del cómic clandestino en Estados Unidos, lo que ayudó a que más mujeres empezasen a formar parte del mundo del cómic. Tal fue su valor para la industria, que se convirtió en la primera mujer en escribir y dibujar un cómic Underground, con un one-shot llamado It Ain’t Me, Babe Comix. Durante esta época también fue la encargada de diseñar el disfraz de Vampirella para Warren Publishing, lo que Robbins recordaba con mucho cariño en una pasada entrevista:
Estaba sentado en la oficina de Warren, donde él me hablaba sobre el hecho de que mi obra de arte no era lo suficientemente buena como para aparecer en sus revistas, lo cual era muy cierto. Frazetta llamó para discutir un boceto de Vampirella que le había enviado a Jim. Warren dijo que no estaba bien. Frank la había dibujado luciendo, más o menos, un bikini básico, pero Jim tenía algo más en mente. Quedó claro que Frank no entendía la idea cuando Jim intentó describirla, así que Jim se volvió hacia mí y me describió el disfraz, la forma en que la parte superior estaba abierta al frente y unida a un cuello, las botas, etc. Lo dibujé mientras él hablaba. ‘¡Eso es!’ dijo, señalando mi dibujo. «Ahora descríbelo exactamente a Frank», dijo y me entregó el teléfono. La portada original de Vampirella de Frazetta se parecía mucho a mi idea, pero su disfraz se redujo. Con el paso de los años, su disfraz se ha vuelto cada vez más escaso; ahora no se parece en nada a lo que yo diseñé.
Además de sus trabajos en las viñetas, Robbins también poseía una boutique de ropa en el East Village, donde diseñaba y confeccionaba atuendos para artistas musicales de la época, tales como Joni Mitchell, quien incluso le hace mención en la canción Ladies of the Canyon.
Durante la década de los años 70 se dedicó a abrir el camino a otras mujeres artistas, gracias a la antología Wimmen’s Comix. Poco a poco se comenzó a establecer en encargos más convencionales, sobre todo gracias a su capacidad para adaptar su estilo gráfico, lo que la llevó a convertirse en la primera mujer en dibujar al personaje de Wonder Woman en la serie de Kurt Busiek.
Ya para mediados de los años 80, Robbins se metió de lleno como historiadora del noveno arte, donde también lanzó Women and the Comics junto con la coguionista Catherine «Cat» Yronwode, una de las primeras miradas serias a La historia de la mujer en el mundo del cómic. Otros de sus libros teóricos son A Century of Women ‘s Comics from Teens to Zines, From Girls to Grrrlz: A History of Women’s Comics from Teens to Zines o Pretty In Ink. Y no contenta con ello, también formó la asociación Friends of Lulu, dedicada a aumentar el interés entre jovenes lectoras por la lectura de historietas.
En el pasado 2013 fue incluida en el Salón de la Fama Will Eisner, tanto por como contribuyó con su arte, por su gran amor y voluntad a la hora de divulgar y extender el medio durante casi 80 años.
La pérdida de Robbins supone una sacudida directa a los cimientos de todo lo que conocemos y amamos, sus aportes al mundo del cómic son de un valor incalculable. Nuestro más sentido pésame a todos sus seres queridos y familiares, y nuestra más sincera gratitud por la labor que consiguió.
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