El pasado domingo 30 de junio de 2019 fallecía en Mallorca el artista argentino Guillermo Mordillo, a la edad de 86 años.
De padres españoles, nació el 4 de agosto de 1932 en la Villa Pueyrredón, uno de los barrios de la ciudad de Buenos Aires, Argentina. A los 13 años ya decidió dedicarse al dibujo, mudándose a los 23 años a la ciudad de Lima, Perú, donde comenzó a trabajar en una agencia de publicidad. Después se trasladaría a New York, donde trabajó para la Paramount, realizando los movimientos de ‘Popeye’ para el cine, pero él quería realizar animación completa, por lo que acabaría viajando a París, donde en la revista ‘París Match’, comenzaría a realizar sus ilustraciones. Como él mismo reconocería años más tarde, realizaba su humor gráfico sin diálogos, debido a que no dominaba el francés. Sus viñetas mudas serían reconocidas posteriormente a nivel mundial.
Su forma de dibujar se caracterizaba por unas formas redondeadas jugando con el blanco y el negro, realizando un humor sencillo, que es a la vez el más difícil de lograr. Sus tiras cómicas se enfocaban principalmente en las relacione humanas, representados con esos personajes narigudos y sus jirafas, siempre presentes en su obra. Apasionado del fútbol y del River Plate, se convertiría también en un referente del humor gráfico en el deporte.
A lo largo de su carrera, solo realizó tres exposiciones: una en París a finales de los sesenta, otra en Barcelona y la última en Palma de Mallorca en noviembre de 1989, cuyos fondos se destinaron al tratamiento de niños autistas en la isla mallorquina.
Su vida la compaginaría entre París y Mallorca, casado con Amparo Camarasa y con dos hijos, Sebastién y Cécile.
A lo largo de su carrera recibió diversos premios y nominaciones, como, el premio Konex en 1992, la medalla de oro de la Asociación de Dibujantes Argentinos o ser Profesor Honorífico del Humor (1997) y Catedrático Honorífico (2002) por la Universidad de Alcalá, España.
Gracias por compartir su arte y la sonrisa de su obra,
Descanse en Paz.
