Según un comunicado oficial, Carlos Díez, profesor, ilustrador, creador, maestro, inspirador, autor total, nos ha dejado a la temprana edad de 49 años a consecuencia de una enfermedad que se lo ha llevado antes de tiempo pero sin conseguir robarle ni un ápice de la entereza, ilusión, amor por los suyos y por su trabajo que le han caracterizado a lo largo de su vida.
Carlos nació en 1966, y si hay algo que tienen en común todas las biografías que hay en Internet sobre él, es donde dicen que estaba fascinado por las mujeres hermosas, y eso es algo que fue una constante durante todo su trabajo.
Sus mujeres han sido portada de publicaciones dentro y fuera de España. Kiss comix y Eros comix tenían regularmente una de sus bellísimas ilustraciones eróticas como portada, pero también era conocido en Estados Unidos, Italia o Dinamarca, por portadas en revistas tan importantes como Penthouse Comix, Blue Fanny, o la legendaria Heavy Metal. También pudimos ver su arte en las portadas de discos del sello Locomotive Music, en grupos tan famosos como Los Suaves.
Con 30 años decidió que quería dar un paso más adelante en su interés por el arte y por expandir el arte, así que, mientras seguía creando maravillosas ilustraciones de sus mujeres favoritas, haciéndolas máquinas, ciborgs, o seres alienígenas futuristas, fundó la Academia C10, la academia del cómic y las artes visuales de Madrid. Desde entonces, la academia ha permanecido abierta con Carlos al pie del cañón como profesor de aerografía e ilustración, director de la academia, y, como dicen todos los que le conocían, siendo el primero en llegar para abrir la academia y el último en irse. Era su pasión y su legado, y esperamos que así permanezca durante muchos años.
Ahora, desde el punto de vista personal, el fallecimiento de Carlos es un duro golpe para el mundo de la ilustración, y todos aquellos que le conocimos no sólo echaremos de menos al tipo sonriente con coleta que iba siempre de un lado a otro rodeado de pibones mientras envidiábamos su estilo y el poder haber estado con ellas posando para él, sino que sabemos que aparte de un artista genial y un tipo encantador, Carlos era un buen amigo, marido y padre. Desde aquí enviamos a su familia y amigos nuestros mejores deseos y, a Carlos, seguro que allá donde estés, tienes montones de mujeres deseosas de posar para ti.
Un abrazo enorme allá donde estés maestro. Ciertamente, dejas un legado artístico fuera de toda duda y un recuerdo grato en todo aquel que tuvo la suerte de conocerte.
Una auténtica pena, descanse en paz…