Se acerca el día de la madre, el próximo domingo 1 de Mayo, y desde Tomos y Grapas queremos aportar algunas ideas para regalar en este día tan señalado a las madres de todo el mundo para que también puedan disfrutar de nuestro medio.
El primero es la obra por antonomasia que no puede faltar en las librerías de ninguna casa, Regreso al Edén de nuestro querido Paco Roca:
En esta obra Paco Roca hace un homenaje a su madre, al igual que hizo en un trabajo de carácter similar dedicado a su Padre con La casa. Regreso al Edén cuenta la historia de Antonia, una mujer que vivió en la posguerra y que nos va a contar su vida a través de diferentes vivencias, todo construido en una fotografía perdida que lo representaba todo para ella. Es una obra que cala al lector de principio a fin, y donde el autor recurre a una serie de recursos narrativos que explotan el medio.
El siguiente en la lista se ha ganado un puesto entre los mejores cómics del pasado año por derecho propio, Teresa Valero se estrenaba como autora completa con Contrapaso, Los hijos de los otros:
Contrapaso nos lleva directamente a la España de los años 50, durante la dictadura franquista, para contarnos un thriller social en el que unos periodistas se ven metidos de lleno en un caso sobre una enfermera que aparece presuntamente asesinada. El dúo de protagonistas comenzará a investigar y a tirar del hilo para acabar descubriendo las conexiones de este asesinato con un complot mucho más grande.
Teresa Valero recurre en este trabajo a situaciones muy crudas que vivieron las mujeres de aquellas época, poniendo en valor la fortaleza de la que debían hacer gala para superar unos obstáculos sociales que forman parte esencial de la estructura de la obra.
Siguiendo la estela de El Arte de Volar, en la que Antonio Altarriba, junto a Kim, nos desgranaba la vida de su padre, tenemos un ejercicio similar dedicado a su madre, El Ala Rota. Una obra que da el pistoletazo de salida cuando el autor descubría poco antes de fallecer su madre que esta tenia un brazo inmóvil desde el comienzo de su vida.
El Ala Rota es una historia plagada de momentos difíciles, donde la mujer, como todas las de la época, veía como tenia que poner sus ambiciones y expectativas por detrás de las del hombre. Todo esto de base, sumado a la discapacidad física de tener un brazo inservible y esconderlo a todo el mundo.
Una obra que en comparación al Arte de Volar puede pecar de ser menos aventurera o de tener menos giros o momentos de los que quedan en el recuerdo, pero no deja de ser también una denuncia de lo atadas que estaban las mujeres durante este contexto histórico.
Del cómic nacional, pasamos al europeo con otro de los grandes nombres como lo es Zidrou que, como suele ser habitual, acompañado por Jordi Lafebre nos traen Lydie:
En esta obra vamos a conocer la vida de Camille, una madre que pierde a su hija recién nacida, Lydie. Tras esto, Camille un día se despierta con la fantasía de que su hija sigue viva y recupera la ilusión por vivir, por lo que el resto de habitantes del pueblo deciden seguirle la corriente.
Es una obra desgarradora y conmovedora a partes iguales, que se ha convertido en un clásico, donde además Lafebre daba sus primeros pasos y acompañaba la historia con un dibujo tan expresivo y detallado como tierno.
Y cambiando un poco el registro, nos vamos al comic indie americano con un trabajo de Jeff Lemire y Gabriel Hernández Walta, Sentient:
En este trabajo nos salimos un poco del genero mas costumbrista y saltamos a la ciencia ficción y al espacio, donde nos vamos a encontrar un relato en el que los últimos resquicios de la humanidad se encuentran en búsqueda de una nueva civilización y tras una catástrofe los adultos de la nave fallecen, quedando los niños huérfanos. Es entonces cuando Val, la inteligencia artificial a bordo, deberá cuidar a proteger a estos niños como si fueran sus hijos a cualquier precio.
Lemire recurre aquí como suele ser habitual a explotar los temas personales y las relaciones, llegando a crear un vínculo muy fuerte entre esta madre coraje robot y los pequeños de los que tiene que hacerse cargo. Por otro lado, el estilo y la narrativa que conjuga Walta mantiene una tensión en la obra que aviva todas las motivaciones de Val, convirtiendo la obra en un ejercicio de aparente sencillez pero de una ejecución y ambición muy grandes.
