RESEÑA Comiendo con Miedo de Elisabeth Karin y Pavón Rymer-Rythén

Las historias basadas en hechos reales siempre tienen el atractivo de contar hechos que, por fantásticos que parezcan, han sucedido. Estas historias, la mayoría de las veces son impactantes y destacan por las emociones que provocan en el lector y la huella que dejan. Precisamente esto es lo que sucede con Comiendo con miedo, un cómic basado en hechos reales, autobiográfico y que supone una dosis de realidad muy interesante para todas aquellas personas poco relacionadas con los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA).

Elisabeth Karin Pavón Rymer-Rythén abre el libro de su vida y nos enseña las páginas más oscuras que le ha tocado escribir. De principio a fin, la vamos a acompañar en todo el proceso que implica desarrollar un TCA; desde cómo se va gestando poco a poco, hasta llegar a ingresar en una unidad de psiquiatría.

La obra arranca con una conversación en un café entre la protagonista, que además es la propia autora, y un amigo suyo, todo gira en torno a algo que ella le quiere contar y la forma de contárselo es a través del cómic que ha escrito y dibujado. El lector se transforma en el amigo de Elisabeth y es ahí donde empieza la historia de Comiendo con miedo, el momento en el que Elisabeth inicia la narración de su historia, de su bajada a los infiernos.

Desde una óptica muy cotidiana vemos el día a día de una adolescente normal, con sus inquietudes y preocupaciones, expuesta a las modas y a la opinión social en torno a lo que es el modelo a seguir. Es la combinación de estos elementos lo que le lleva a empezar a desarrollar lo que en el futuro será su TCA y es a partir de este momento cuando se combina la parte de biografía con la parte didáctica, en la que Elisabeth rompe la cuarta pared y se dirige al lector para explicarle conceptos que quizá no conoce, como por ejemplo la amenorrea.

La historia acaba de coger forma en el momento en el que aparece Nore, que es la monstruosificación del TCA de Elisabeth y que la acompañará en gran parte del relato. A través de Nore podremos entender mejor qué es lo que piensa y lo qué siente alguien que está padeciendo una enfermedad de estas características. Evidentemente veremos a Nore como lo que es: un monstruo y veremos también lo inseparables que se vuelven enfermedad y persona. Hay una splash page de Nore abrazando de forma cariñosa a Elisabeth que es terriblemente demoledora.

Quizás, la parte más impactante de la obra es la estancia en la unidad de psiquiatría, durante el ingreso hospitalario que sufrió la autora. Aquí es el espacio totalmente desconocido para aquellas personas que no saben mucho de los TCA, esta es la parte de la historia con el contenido más duro pero, como ya se ha comentado, más necesario de conocer.

El epílogo es fundamental en esta historia, porque sirve para cerrar y para acabar de entender cuál es la misión de esta obra. Además, los consejos de la propia autora sobre los TCA y la explicación de su historia son dos aspectos que cierran la historia, de manera que aporte mucha consistencia.

Pese a lo oscuro de la trama, el dibujo de Pavón Rymer-Rythén tiene un acabado amable, claro y definido. Combina con una paleta de color que juega con azules y morados y, esporádicamente, contrasta con rojos. Los contrastes de color en las escenas de Nore son impactantes y consiguen el efecto deseado, mostrando la verdadera cara del personaje.

Al final, en conjunto, queda una historia muy completa que va dirigida a todo tipo de público, pero especialmente a un público juvenil. Desde hace tiempo, existen programas de concienciación y charlas enfocados hacia la gente joven que son muy necesarios, pero que necesitan complementos como este cómic. Poder conocer una historia como la de Elisabeth y de la manera que está contada tiene el impacto necesario para aquella persona que puede estar en el proceso de desarrollo de un TCA y para aquella persona que no sabe prácticamente nada sobre este tipo de enfermedades.

Sobre Marc Valdi

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