Los nombres de Lucifer y David Bowie están de actualidad esta semana.
El primero de ellos es noticia al haber por fin debutado en la pequeña pantalla, siendo emitido el pasado lunes el primer episodio de la serie basada en el personaje salido de las paginas de ‘The Sandman’. Como muchos ya sabréis, la premisa de esta nueva serie parte de un Lucifer que, cansado del monótono infierno, regenta ahora un ‘Night-Club’ de Los Angeles donde se dedica a disfrutar de las cosas que más le gustan de la vida como son las mujeres, el alcohol y las fiestas. Sin embargo, el asesinato de una estrella del rock a la puerta de su club le hará empezar a replantearse un modo de vida que hasta ahora siempre había tenido muy claro.
La serie, que parece ser un procedimental basado en el habitual esquema de «El caso de la semana» que tan en boga está hoy en día con series como Castle o Los crímenes de Laura, nos mostrará a Lucifer haciendo equipo con una detective del departamento de homicidios (tensión sexual no resuelta en 1, 2, 3,…).
Las razones de la vuelta la palestra del siempre controvertido Bowie son mucho más funestas. El genial músico británico falleció el pasado 10 de Enero a la edad de 69 años. Para el recuerdo quedan un sinfín de canciones memorables y la imagen del propio Bowie que, con suma justicia, se ha convertido ya en un icono pop del mundo moderno. Y es que estamos ante uno de esos raros casos en los que el mito transciende al hombre.
Y qué tienen que ver uno y otro y por qué comparten cabecera en esta noticia dirá algún inquieto lector.
Para resolver la cuestión, hay que aclarar que el creador de Lucifer, el archiconocido Neil Gaiman, es un fan confeso de Bowie desde su juventud. Cuando Gaiman introdujo el personaje de Lucifer en ‘The Sandman’, tuvo claro desde un principio la imagen de qué personaje real debían tomar a la hora de diseñar al señor de los infiernos. Estas son algunas declaraciones que Gaiman hizo al ‘Chicago Tribune’:
La iconografía de Bowie, el look de Bowie, para un Neil adolescente, era algo totalmente mágico y, a medida que me he ido haciendo mayor, he aprendido a apreciarlo como artista, como creador, él todavía luce extraño y poderoso. Le debo mucho, siempre estoy interesado en cualquier cosa que él esté interesado también.
Viendo la devoción que Gaiman profesaba hacía Bowie, no es extraño que lo eligiese para dar rostro a uno de sus personajes:
El periodo de Bowie como cantante de Folk fue la inspiración. Yo imaginaba a Lucifer como un ángel yonqui y el joven Bowie era lo más cercano que teníamos.
La relación entre la estrella musical y el diabólico personaje es algo que, a tenor de las declaraciones del actor protagonista Tom Ellis, los creadores de la serie también han tenido en cuenta:
Lo que hemos hecho es tomar parte de la música de Bowie e introducirla en el piloto. Lucifer se presenta como un gran fan de la música de Bowie. La música es una parte importante de la serie. Tiene un papel relevante en el guión del episodio piloto y eso es algo que queremos que continue a lo largo de toda la serie. Lucifer tiene un gran gusto musical. Él sabe apreciar la buena música.
Sea esto verdad o no, lo que si está claro es que los creadores de la serie decidieron descartar que Lucifer se pareciese al cantante de Brixton. Según su productor Jonathan Littman:
El dibujo era realmente explícito, pero nosotros no podíamos conseguir a David Bowie y, si no tienes al original, probablemente es mejor no tratar de imitar a Bowie. Por tanto decidimos darle una oportunidad a este casting de caras nuevas.
Este no es el primer personaje de DC cuya apariencia se extrae de el mundo del rock. En su día, Alan Moore ya se inspiró visualmente en el por aquel entonces cantante de ‘The Police’. Hablamos por supuesto del mismísimo Sting.
Lo que es seguro es que, incluso desde el más allá, David Bowie sigue y seguirá dando que hablar. Y es que no hay mejor homenaje a un genio al que, probablemente, esto último fuese una de las cosas que más le gustaba hacer.