ARTÍCULO El bosque de los plagios

A todos nos ha pasado alguna vez, que al terminar un cómic nos hemos quedado con la idea de: “Esto podría ser adaptado al cine. Funcionaria como una película perfectamente”. Parece que no solo a los lectores y los aficionados es a quien esta idea les asalta.

Estamos en unos tiempos en los que no es raro ver adaptaciones del cómic y la novela gráfica a la gran pantalla. Los guionistas buscan inspiración en cualquier formato, y dado que últimamente el cómic goza de buena popularidad y seguimiento, se ha comenzado a usar esos guiones y esas ideas como inspiración a la hora de desarrollar películas o series con las que captar al público, y en la mayoría de los casos se suele tratar de expandirlo a uno más general.

Hasta aquí todo correcto. Pero llegamos a casos en que la “casualidad” y la divina inspiración comienzan a rozar el plagio, el robo, a fin de cuentas, el delito, la caradura y la falta absoluta de vergüenza.

Conocí ‘El bosque de los suicidas’, de El Torres, movido por la curiosidad que me despertaba un cómic que hablaba de unos de los enclaves del mundo del misterio más inquietantes, el bosque de Aokigahara. También conocido como ‘El bosque de los suicidas’, un entorno natural a los pies del Monte Fuji, de gran tradición en el folklore japonés desde el Siglo XIX, donde la gente se adentra en su espesura para dejarse morir y abandonar su vida.

Podréis imaginar que la obra me encantó. Bien llevada, bien construida, respetando la mitología del lugar y creando una trama inquietante que te mantiene en todo momento con los ojos bien abiertos para ver su resolución. A todo esto le sumamos el dibujo de Gabriel Hernández Walta, que une su estilo y sus técnicas a un estilo más manga para ambientar la obra, creando una atmósfera insuperable. En definitiva lo que me encontré fue una gran historia de terror.

Enamorado del bosque de los suicidas, decidí leer ‘El Velo’, del mismo equipo creativo, pues las buenas impresiones que me dio la obra anterior, apuntaba a que me encontraría con una historia de terror con una trama interesante e igual de bien escrita, y que me llenaría como buen amante del misterio y lo sobrenatural que soy. Puedo aseguraros que no me equivoqué.

Y de repente la bendita «casualidad”, y la conjunción de los astros, hace que nos encontremos con esto:

THE FOREST

VEIL

En este año 2016, seremos testigos del estreno en cine de éstas “originales historias”, ‘The Woods’ y ‘Veil’ sacadas de la prodigiosa mente de algunos directores y guionistas de Hollywood, decididos a hacernos pasar miedo y que nos sobrecojamos.

Espera… Los argumentos de estas películas me suenan. Los he leído en algún lugar. ¡Ya caigo!, se tratan de adaptaciones de los dos cómics de El Torres. Ahora solo nos queda buscar y cerciorarnos que esto es así. Pero para nuestra sorpresa podemos buscar lo que queramos, no veremos ninguna mención, reconocimiento o rastro del nombre del artista Juan Torres.

Ha sido justo cuando he visto tráilers y revisado más información cuando me he dado cuenta de que había algo más que esos lugares comunes. Además de que los títulos son exactamente iguales –en uno, su adaptación al español, el otro directamente en inglés– hay planos iguales a ciertas viñetas del cómic”.

Y señores, en este momento es cuando la “divina inspiración” se convierte en plagio, y el suicidio se convierte en un asesinato creativo.

Ambas obras siempre estuvieron barajándose, debido a su calidad y originalidad, para ser adaptadas al cine. Pero debe ser que es más fácil robar una idea y apropiarse de ella, que hacer las cosas debidamente. ¿Quién se va a enterar? …¿Qué puede ocurrir?… y la pregunta que más me inquieta, y quizás más terrorífica que las propias películas: ¿Y si se dan cuenta, que van a hacer? …

Y aquí es donde entra el concepto de ley, y de justicia. Pues, ¿que haces cuando grandes productoras de Hollywood, que cuentan con bufetes de salvajes abogados acostumbrados a estos conflictos, y una suma de dinero con la que poder alargar el juicio hasta el infinito?… y porque no decirlo, comprar la razón y la sentencia misma.

El propio autor, imagino que dolido, imagino que indignado, es consciente de este hecho:

Es muy arriesgado y ya me lo han desaconsejado, en plan ‘cuidado, que tú eres muy pequeño y ellos muy grandes. El problema es que en ambas obras no hay personajes definidos como Superman, sino títulos y ambientes, situaciones, temas específicos. Las sinopsis se diferencian, claro. Pero como comentábamos entre compañero, son dos patos. Sí, tienen plumaje diferente y el pico diferente. Pero no dejan de ser patos y desde cierta distancia parecen el mismo pato.

Hasta ahora, las recomendaciones serias que he recibido, son absolutamente descorazonadoras. Emprender una acción legal que podría acabar en Estados Unidos se me escapa económicamente. Nada en absoluto garantiza que un juez dictamine que haya habido plagio y que no se eternice la cosa en burocracia, por lo que ningún abogado, o editorial, quiere meterse en esa vereda.

Y esto que ha tenido gran repercusión mediática en estos días, y que es comidilla de webs, redes sociales y foros, solo nos demuestra una cosa: No se puede luchar con gigantes, porque estás completamente desprotegido.

Nosotros como lectores y aficionados al cómic, queremos mandar todo nuestro apoyo y comprensión al autor. Y pese a la dificultad que tiene este hecho, de corazón esperamos que exista un merecido reconocimiento de su obra, que a nosotros tanto nos ha maravillado.

Y animamos a todos aquellos que no conozcan estos dos títulos que se hagan con ellos y conozcan de primera mano dos grandes obras y unas magnificas historias de terror. Y ni que decir tiene que no os acerquéis a ese plagio en forma de celuloide con el que tratan de engañarnos.

Juan, desde ‘Tomos y Grapas’ tienes nuestro apoyo y deseamos que nadie más tenga que ver como los grandes intentan lucrarse con el sueño de alguien, alguien que solo pretende regalar al lector una parte de su vida y una muestra de su creatividad.

Fuente Cinemanía