Que Superman es la piedra angular de los superhéroes debería estar fuera de toda duda. Ya no sólo por ser el primer superhéroe propiamente dicho, creado en 1938 por Jerry Siegel y Joe Shuster, sino porque encarna los valores y aspiraciones imperecederos de justicia que sirven de oficiosa brújula para el medio. Su icónica S es un símbolo reconocido mundialmente, al igual que la emblemática composición de John Williams para su salto a la acción real, y aunque Batman le haya adelantado significativamente en términos de popularidad, Superman es el indiscutible emblema de DC Comics. También son perfectamente conocidos sus amigos y enemigos, y elementos básicos de su mitología como Lois Lane, Lex Luthor, Smallville o el Daily Planet.
Esperamos que el kriptoniano recupere el poderío mediático que le proporcione su reasentamiento en la gran pantalla, gracias al nuevo futuro que está preparando James Gunn en su nuevo universo cinematográfico de DC. Pero hasta entonces siempre podemos revisar algunas de sus historias más notables en su larga historia entre las viñetas. Obviando que el propio Action Comics #1 se elevaría por méritos propios sobre todas las demás, estas son nuestras superhistorias favoritas.
10 – Es un Pájaro…
Empezamos con una historia muy atípica, porque no es de Superman sino sobre él. Steven T. Seagle escribe en 2005 un relato autobiográfico en torno a una enfermedad latente en su familia, y que condiciona su existencia y le cubre de inseguridades. Muy cercana al género de ensayo, recorremos diversos momentos en la vida del autor, pero todos articulados en base a su relación de amor/odio ficticia y real con Superman, explicándonos los que ha supuesto para él tanto en su vida personal como en su carrera profesional. Ambientando perfectamente el guion contamos con el trabajo de Teddy Kristiansen, cuyo estilo extraño y etéreo se va amoldando a las necesidades narrativas de cada pasaje.
9 – Superman: Arriba, en el cielo.
Aunque relacionamos a Tom King mucho más con Batman o con sus series de doce entregas sobre personajes secundarios de DC, el afamado escritor del Sheriff de Babilonia también ha tenido la oportunidad de dar su punto de vista sobre el primer superhéroe. Concebido inicialmente como un una sucesión de capítulos cortos para complementar unos recopilatorios para supermercados, esta miniserie utiliza el empeño de Superman por encontrar a una niña desaparecida, como sentido recordatorio de las virtudes que le hacen tan importante. King nos lleva a la bondad y a la fortaleza interna del personaje, haciéndonos plenamente partícipes de su convencimiento de necesitar su inspiración más que nunca. Para darle empaque a la propuesta ha contado con los servicios del menor de los hermanos Kubert, Andy, cuyo aporte proporciona la espectacularidad a la que nos tiene acostumbrados.
8 – Superman: Kal.
Son numerosos los Elseworlds que plantean historias alternativas de personajes de DC. Superman ha protagonizado muchos de estos especiales, y quizá el Hijo Rojo de Mark Millar y Dave Johnson sea el más importante de todos. Pero a mediados de los 90, Dave Gibbons escribió para José Luis García López una reformulación de Superman ambientada en la edad media, convirtiendo al altruista alienígena literalmente en un caballero de brillante armadura. La llegada de Kal-El a la Tierra siglos antes de lo previsto, da para un interesante cambio de escenario total, pero que conserva el intachable heroísmo que no entiende de épocas porque forma parte de la esencia que mantiene reconocible al kriptoniano.
7 – Superman: Las Cuatro Estaciones.
Otras tantas historias regresan a los primeros años de Clark Kent para ahondar en el camino que le llevó a ser el mayor héroe de todos. Así lo hicieron con gran soltura Geoff Johns y Gary Frank, o con menos acierto Mark Waid y Leinil F. Yu. Pero el viaje más atemporal a la juventud de Clark es obra de Jeph Loeb y Tim Sale, dúo artístico cuya química nos ha dejado grandes trabajos como este Cuatro Estaciones, que recorre un año crucial en la madurez de Clark, el año en que dejaría atrás Smallville para asentarse en Metropolis. Aunando momentos íntimos y familiares con otros de creciente épica, Loeb y Sale nos muestran en cada capítulo a este Superman en ciernes, desde el punto de vista de un ser cercano que se encuentra en su órbita vital.
6 – Superman y la Legión de Superhéroes.
La etapa de Geoff Johns dedicada al Hombre de Acero arrancó en 2006 con la colaboración de su mentor Richard Donner y un aura de homenaje al capital filme protagonizado por Christopher Reeve. Johns entendió a la perfección al personaje, y lejos de quedarse en el mero homenaje, supo actualizar su origen, a villanos como Brainiac e incluso la relación de Kal-El Con la futurista Legión de Superhéroes. Esto último es lo que vemos en este arco argumental ilustrado con todo lujo de detalles por el británico Gary Frank, colaborador habitual de Johns y uno de los artistas más potentes del mainstream. Consiguen hacer sencillo lo complejo, porque si un grupo tiene una continuidad convulsa es la Legión. Logran en unos pocos números volver a hacer muy atractivo a este infrautilizado equipo inspirado por Superman, que por desgracia no ha contado después con un uso tan acertado.
5 – Kingdom Come.
De acuerdo que esta es una obra coral sobre un hipotético futuro del Universo DC, pero la importancia de Kal-El en este gran cómic escrito por el experto Mark Waid y pintado con el prodigioso aerógrafo de Alex Ross es tanta, que puede considerarse perfectamente una historia también suya. El escenario es el de un futuro sin villanos, y con los descendientes de los héroes pasados enzarzados en unos irresponsables y egoístas usos de sus poderes. Cómo no va a ser vital el papel que desempeña Superman en la trama, si debe salir de su autoexilio para volver a inspirar a las nuevas generaciones, aunque por el camino se cuestione muy seriamente si su visión de la justicia tiene sentido.
4 – Las Historias de Alan Moore.
Un compendio habitual en todas las listas sobre lo mejor de Superman son las historias escritas por el genio de Northhampton. En Para el hombre que lo tiene todo, se alía con su colaborador en Watchmen, Dave Gibbons, para un certero viaje a la psicología de Superman como nunca antes se había visto. Y en ¿Qué fue del hombre del mañana?, un imprescindible de Superman como es Curt Swan, es entintado nada más y nada menos que por George Pérez, para ofrecernos la que podría ser la historia final del personaje. Es alucinante como Moore firma en tan pocos capítulos unos de los clásicos indiscutibles del primer superhéroe, algo al alcance únicamente de genios como él.
3 – All Star Superman.
Otro genio es el escocés Grant Morrison, y aunque ha escrito a Superman en numerosas ocasiones, tanto individualmente como formando parte de la Liga de la Justicia, es en esta serie limitada de doce entregas donde más brilla su labor y donde destila de manera más completa la esencia del personaje y de su mundo. Con brillantez echa mano de muchos tropos de la Edad de Oro, sin miedo a utilizar al Jimmy Olsen más extravagante o al Lex Luthor más científico loco, pero no olvida referencias más modernas como el monstruoso Doomsday. Además, con el magistral y detallado arte de Frank Quitely, esta emocionante y emotiva aventura sobre un Superman destinado a morir, termina conformando una obra maestra de obligatoria parada para quienes quieran diplomarte en supermanía avanzada.
2 – Superman: Identidad Secreta.
Al igual que con Es un pájaro…, este trabajo trata sobre Superman, en concreto gira en torno a un joven del ‘mundo real’ que tiene un montón de similitudes aparentemente casuales con el legendario kriptoniano de ficción. Este intrigante planteamiento de Kurt Busiek y Stuart Immonen se vale de una inmersiva narración en primera persona y de un acabado altamente realista para demostrarnos con una efectividad pasmosa el por qué Superman nunca debe pasar de moda, y nos hacen partícipes de su grandeza en un grado de expresión que trasciende al propio personaje.
1 – Superman: El Hombre de Acero.
A hombros de la pionera labor de Jerry Siegel y Joe Shuster, el canadiense John Byrne dio el salto a DC para relanzar como autor completo al mayor de los superhéroes. En la miniserie de seis números Man of Steel de aparición tras las Crisis en Tierras Infinitas de los 80, Byrne actualiza a Superman para las generaciones venideras. Le pone a punto simplificando su continuidad y deshaciéndose de elementos superfluos. Es una de las actualizaciones más exitosas de la historia, y aunque ha tenido a posteriori numerosos retoques y remiendos, sigue siendo la mejor puerta de entada para conocer al mejor de los superhéroes, el eterno Superman.